Resistencia civil no violenta y el efecto Dunning Kruger
- jordi sanchez
- 1 may 2021
- 6 Min. de lectura
Actualizado: 1 may 2021
¿Violencia o no violencia? ¿Cuál funciona mejor? ¿Cuál es la realidad?
La opinión dominante entre los politólogos es que los movimientos de oposición optan por métodos violentos porque los encuentran más eficaces que las estrategias no violentas [1].
¿Qué es el efecto Dunning Kruger?
Vamos a comenzar esta entrada dejando de lado nuestros prejuicios, lo que nos han dicho pero que no sabemos con certeza, que no podemos probar. Algo que he visto que últimamente es muy común en los jóvenes es el efecto Dunning Kruger.
El efecto Dunning-Kruger es el sesgo cognitivo por el cual los individuos incompetentes sobreestiman sus propias habilidades o subestiman las verdaderas habilidades en los demás [2].
Muchas veces he padecido este efecto, al igual que todos ustedes, pero he decidido aceptar verdades científicas, probadas, provenientes de estudios serios. Y por esto, antes de comenzar este artículo quiero comentarles que muchas veces he leído "No conozco el primer movimiento no violento que haya sido exitoso", y se basan en eso para sustentar los movimientos violentos, y mi única respuesta es que, si no los conoces, estás en el lugar correcto para hacerlo. Así que es momento de que leamos lo que dicen los que saben. Por lo tanto, los invito a revisar con detenimiento las fuentes de este artículo. Mi opinión personal solo está al final del artículo.
Cabe resaltar que resistencia civil no violenta es confundido con el término pacifismo, pero es muy distinto [5].
"Aunque los defensores de la resistencia no violenta rechazan el uso de amenazas y la violencia, la denominación de pacifistas que muchas veces se les da a los movimientos no violentos, contradice la naturaleza muchas veces perturbadora de la resistencia organizada no violenta. La resistencia no violenta logra cumplir sus demandas contra la voluntad del oponente al controlar el conflicto mediante el cese de cooperación y el desafío amplio".

Introducción
En esta entrada voy a basarme en un libro que a su vez se basa en muchos artículos científicos: Why Civil Resistance Works: The Strategic Logic of Nonviolent Conflict. Escrito por Maria Stephan y Erica Chenoweth. Ambas doctoras en ciencias políticas. Y como su nombre lo dice, explica por qué la resistencia civil (no violenta) funciona.
Este libro trata de probar cuatro hipótesis, de las cuales voy a enfocarme en tres:
La predisposición del régimen a utilizar violencia aumenta la probabilidad de éxito de las protestas no violentas.
La resistencia no violenta puede generar cambios de lealtad entre las fuerzas de seguridad.
Las sanciones internacionales resultan más ventajosas para campañas no violentas.
Este libro usa los datos obtenidos en el proyecto NAVCO donde se reúnen 323 campañas desde 1900 hasta 2006.

Debido a que no se sabe con certeza cuándo una campaña va a ser exitosa o va a fallar y muchas de las campañas que se dan, usan estrategias violentas y también no violentas, se usan variables características de las campañas (tanto dicotómicas, que pueden tomar solo dos valores, como continuas) para así conocer, cada una de estas cómo afecta el resultado de la campaña.
Para explicarlo fácilmente y no entrar en tantos detalles científicos, la parte matemática la resumiré, pero pueden referirse al libro para tener más detalle.
Las variables que utilizan son:
Dicotómicas:
¿El régimen usó violencia para reprimir la campaña?
¿Hubo deserciones en la fuerza de seguridad?
¿El estado recibió apoyo externo?
No dicotómicas:
Polity IV (Un grupo de estadísticas globales para estudios en ciencia políticas).
Duración.
Fecha más relevante.
Y se utilizó una regresión logística multinomial, que lo que busca es, con estos datos, estimar la influencia de estas características en el resultado de la campaña, y estos resultados los dividen en tres; éxito, éxito parcial y fracaso. Donde, éxito es que la campaña logró todos los objetivos que tenía. Éxito parcial, cuando la campaña logró acuerdos a su favor para modificar las problemáticas por las cuales se originó pero no logró en su totalidad su objetivo. Y fracaso, cuando los resultados obtenidos no fueron relevantes en comparación con los objetivos que se tenían.

De esta tabla, los autores sacan los siguientes resultados:
Ante las respuestas violentas (del estado), las campañas no violentas tienen seis veces más probabilidades de tener éxito y doce veces más probabilidades de tener éxito parcial.
Las deserciones (que miembros de entidades de seguridad renuncien) cuadriplican las posibilidades de tener éxito.
La duración no incide en el éxito total, pero las marchas con alta duración tienen más probabilidades de éxito parcial. Es decir, que mientras más dure una campaña, menos probabilidades de éxito total tiene.
Las sanciones internacionales casi duplican la probabilidad de que un conflicto alcance sus objetivos
Y cabe resaltar, que como vemos en el resultado dos, las deserciones son un factor muy importante, por lo cual, los autores enfocan un poco más los número a la variable de las deserciones y obtienen la siguiente tabla.

Y de esta, extraen los siguientes resultados:
Las deserciones, el 52% se dieron en campañas no violentas y el 32% en campañas violentas, el resto no encajan en ninguno de los dos tipos de campañas.
Las deserciones en campañas no violentas hacen que esta tenga 46 veces más probabilidades de éxito.
La ayuda (externa) directa al régimen (objeto contra el que se alza la campaña) no crea desventajas para ninguno de los dos tipos de campañas.
Ya que tenemos los datos de estas variables, ¿cómo se logra la deserción? ¿El apoyo internacional a una campaña? ¿Qué herramientas se tiene para hacer más efectiva una protesta?
Bueno, para explicar esto, el libro expone tres ejemplos de campañas, dos exitosas y una fracasada, Timor Oriental (1988), Filipinas (1986), y Birmania 1988, de las cuales dos fueron exitosa y una fracasó, respectivamente. Por otro lado, para el estudio Does Violent Protest Backfire? fue realizado en 2018 y tuvo resultados alineados a los del libro en discusión.

Para ser breves, en Timor Oriental, previo a su independencia hubo muchos encuentros violentos que solo lograron aumentar la represión sobre el pueblo, mientras, en su etapa final, acciones como marchas pacíficas en épocas de visitas de exponentes internacionales importantes como el Papa II y el Embajador de EEUU lograron que el pueblo se revelara en las urnas y posteriormente tuviera apoyo de las Naciones Unidas para su independencia en 2002, siendo el estado independiente más nuevo del mundo.
En Filipinas también todo en un inicio se basaba en rebeliones llenas de muertes de civiles hasta que una coalición amplia de políticos, comerciales y líderes de la iglesia católica logró acabar con el régimen.
Por último en Birmania, donde se tienen protestas violentas desde 1988 y algunas no violentas desde 1990, aún al día de publicación, siguen existiendo protestas en contra de la dictadura, que aunque ha sufrido modificaciones para bien, sigue significando incomodidad para la población.
Resumen
Como conclusión final, del libro, y acorde con el artículo anteriormente mencionado (Does Violent Protest Backfire), y con muchos otros artículos de diferentes fuentes como la Universidad de Stanford, y The New Yorker, se resalta que la gran ventaja de las campañas no violentas sobre las violentas, y siendo la razón por la cual funcionan, es que son mayormente aceptadas por las personas. Las personas o estados extranjeros se ven más identificados con la resistencia civil no violenta, que resalta la fortaleza humana, las ganas de progresar y no ser víctimas de la injusticia o la corrupción.
En las protestas de Filipinas se veían monjas paradas frente a los tanques, ver esos actos de valentía, más que de rebeldía, son los que llevan una campaña a ser exitosa.
Opinión personal
Espero que después de leer esto, no vuelvas a decir que no conoces campañas no violentas que funcionen, seguro has escuchado de Mahatma Gandhi, Teresa de Calcuta, Nelson Mandela o Martin Luther King, quienes también lideraron campañas de resistencia civil no violenta con un éxito rotundo.
Por mi parte, tengo mucha confianza en el pueblo colombiano, y sé que podremos salir adelante, que tenemos que despertar, y ser más inteligentes, de buscar estrategias. Estoy seguro que muchas personas no saben en realidad por qué se marcha en esta época, y si supieran, las calles estarían aún más llenas, el estado sentiría temblar el suelo con nuestro caminar. Pero no podemos permitir más muertes.
Colombia es un país con traumas de guerra y corrupción, donde muchas personas esperan que si se descuidan, los demás les harán daño. También es un país donde los policías abusan del poder, y personalmente, siento que muchos de ellos necesitan terapia para saber controlar ese sentimiento de poder.
Y por último, como leyeron, hacer que las fuerzas de seguridad se cambien de bando es otro factor que ayuda mucho, ellos también son humanos, pero muchas veces también están llenos de ira e ignorancia.
La educación nos hará libres.
En lo personal por esto escribo blogs de ciencia y tecnología, quisiera ayudar a personas a que se sientan cómodas con la tecnología, que aprendan cosas nuevas.
Si todos enseñáramos algo a alguien cada día, desde nuestras áreas de conocimiento, este país podría poco a poco, ser mejor.
Referencias:
[1]. Véase Pape, Dying to Win; y Arreguín.Toft. How the Weak Win Wars.
[2]. La dependencia innecesaria en el profesor: resultados de la corrección sistemática sobre el efecto Dunning-Kruger en un contexto educativo. Tomado de: http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2077-29552020000300453
[3]. Does Violent Protest Backfire? Testing a Theory of Public Reactions to Activist Violence.
[4]. Why Civil Resistance Works. The Strategic Logic of Nonviolent Conflict.
[5]. The politics of Nonviolent Action, Ackerman y Kruegler.
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